Solo una gota

Hay cosas que llegan en tu vida en el momento más indicado, cosas temporales, que sabes que no durarán para siempre y que tienen la fecha de caducidad casi tatuada en su ser, pero no puedes evitar entregarles todo tu corazón, derramar en ellas todos tus sueños, volverlas parte de tu rutina e ignorar ese susurro en un rincón de tu cabeza que te dice que el tiempo se agota. Me había dejado llevar por la realidad, por el mal, por la oscuridad, y simplemente caminaba por la vida esperando… nada, hasta que ella llegó a mi, la prueba de que hay algo superior a nosotros que nos regala cosas más allá de nuestro entendimiento. Caminaba por las calles rumbo a mi casa, arrastrando los pies sin fijarme en lo sucios y rotos que se encontraban mis zapatos, con la cabeza observándolos desprovisto de algún pensamiento, hasta que ese olor me hizo levantar la cabeza, mi cuello crujía a causa de la extraña posición que tomó, había olvidado lo bien que se sentía echar los hombros hacia atrás y apreci...