Mamá
Para mi mamá, la mujer más fuerte y valiente que he conocido en la vida. La alegría de tener vida creciendo dentro de tí es algo que no se puede describir, pensaba Claudia, aún cuando ya era su tercer embarazo y se supone que debería ser una experta en todo el tema de los mareos, antojos y dolores; pero ya habían pasado 16 años desde la última vez que sintió que dentro de ella crecía algo que tomaba todo lo que tenía a la mano para poco a poco crecer, que se formaba a partir de todo lo que ella era y sin piedad la cambiaba para siempre. Sin embargo, su cuerpo se sentía primerizo en una nueva aventura que no pidió, pero que ya no tenía más remedio que disfrutar y afrontar las consecuencias. Su vida dió un giro absoluto cuando durante más de siete meses solo conoció padecimiento y dolor, piernas inflamadas, inyecciones dos veces por día, incertidumbre de que todo lo que hacía fuese en vano, culpa por anhelar a una edad tan avanzada algo que para ella ya estaba prohibido, alegría de ver