Memorias de una tarde de Septiembre

Creo que nunca nada pasa por casualidad, estoy plenamente convencida de que todo forma parte de un propósito que a veces somo incapaces de comprender, es por eso que, cuando llegue a “Cada loco con su tema”, un lugar mágico, lleno de maravillosas historias dentro de sus paredes y detalles en cada esquina que cuentan algo único, tuve la sensación de estar como en casa, no dude en que llegar allí fuese un fragmento de algo mayor, y como toda nueva experiencia, sin duda me sacó de mi zona de confort.

“Para esta ocasión les traemos "Antítesis", un evento en el que el romance tendrá un papel protagónico. Vengan con sus amigos, parejas, arrocitos en bajo, etc. ¡Los esperamos para una tarde de creación, música y diversión en un ambiente súper agradable!”, este fue el anuncio con el que me tope mientras navegaba por Facebook en una tarde de Septiembre, y de inmediato supe que quería asistir a este suceso; las experiencias pasadas que había tenido con “Lectores Bogotá”, una comunidad creada con el fin de tener una excusa para hablar sobre literatura y conocer personas que tienen una relación especial con ella, participando de varias actividades que habían organizado, fueron increíbles, de esas experiencias que quisieras repetir a causa de lo inesperadas y, sorprendentemente, inolvidables que son; por lo que fue de esta manera como llegué al café Cada loco con su tema y me enamore de él.

Era un 15 de Septiembre del 2018 cuando me encontraba, junto con un amigo, por las calles de Chapinero intentando hallar la ubicación del lugar donde esperamos pasar un momento agradable y conocer personas interesantes, así que estábamos a la expectativa de lo que nos tenían preparado; después de caminar por varios minutos un poco perdidos a causa de lo escondido que se encuentra el recinto, logramos llegar al lugar donde ya se encontraban varias personas riendo alegremente y charlando con un volumen de voz alto, sin preocupación alguna; es imposible no notar lo hermoso y acogedor del espacio, además de lo amables que son las personas por el recibimiento tan cálido que nos dieron, lo que causó que inmediatamente me sintiera cómoda con este íntimo sitio que nos había abierto las puertas para disfrutar de la compañía de otros que, como nosotros, amaban sumergirse en un buen libro y apreciaban la sensación de sentirse abrazados por las letras. 

Fueron varias las actividades que tenían planeadas con las cuales buscaban romper el hielo e incentivarnos a sacar nuestro lado más creativo; con una de ellas nos enfrentamos a un reto enorme: escribir el peor poema, que tuviese sentido en estructura, pero fuese vacío en contenido, un desafío de escritura creativa bastante innovador que nos tuvo entretenidos por algunos minutos y que, posteriormente, fueron el centro de muchas carcajadas a causa de lo absurdos que eran algunos escritos, y el talento que desbordaban las interpretaciones. Por otro lado, tuvimos que sacar nuestro lado actoral para dar vida a algunas situaciones románticas y otras que no lo eran tanto: rupturas en transmilenio, en un funeral y en un manicomio, el amor por la cerveza e incluso una serenata cantada con pasión, todo motivado por ganarnos libros maravillosos. El hambre tocó a la puerta y fue en este momento donde disfrutamos de un delicioso café, nachos, hamburguesas y croissant, tomando la oportunidad para hablar entre nosotros, sacar algunas fotos y continuar riéndonos de todo y nada. Finalmente, pudimos presenciar la representación de dos cantantes que buscaban conformar la “Antítesis”; la chica, por su lado, cantando canciones románticas que los presentes conocíamos a la perfección y acompañamos con las palmas y susurros melódicos. Seguidamente, un chico que se encontraba bastante nervioso, pero que aun así, tuvo la valentía de pararse frente al público y compartirnos canciones que salieron de momentos bastante fuertes de su vida, las cuales se convirtieron en arte.

Al final, tuvimos un buen día que nos sacó de la asfixiante rutina y nos llevó a un lugar que es toda una aventura, llegando a convertirse en un sitio al que siempre querremos volver, allí extrajimos experiencias inolvidables, así como también creamos recuerdos imborrables, memorias que duraran para siempre y personas que ahora forman parte de nuestra vida, las expectativas que teníamos se cumplieron, por lo cual quedamos a la espera de más eventos a los que, sin duda, continuaremos yendo.
Continuamos con los ejercicios para escribir, les comparto estos textos para darles ideas sobre cosas sobre las que pueden escribir para practicar esta actividad que con constancia se logra mejorar cada vez más. En esta ocasión, la idea era realizar un texto anecdótico sobre un día muy especial que tuvimos, yo lo realicé, como pudieron verlo, sobre una actividad bellísima, la primera de muchas. ¿Les gusta que les comparta estos textos?

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