Ojos nublados

¿Uno como hace para sacar imágenes de su mente que se niegan a irse?

que empujan más y más fuerte,

que hieren y cortan y arden,

que te hacen desear ser diferente:

más linda, más voluptuosa, 

menos tu y más ella.

Es absurdo, claro que lo es,

no hay luz como la tuya.

Sus ojos te miran a ti, no a ella.

Sus pensamientos son para ti.

Hasta que tu haces que se dirijan a momentos pasados,

en los que tu no eres la protagonista,

eres tan solo un sueño futuro que ahora es presente.

Entonces, ¿por qué miras atrás cuando estás diseñada para ver hacia adelante? 

Palabras que tú impulsaste,

recuerdos que tú llamaste,

son los que hoy te atormentan.

Deseando que las cosas fuesen diferentes,

que él sea solo tuyo, listo para estrenar.

Pero no lo es, alguien más ya lo tuvo. 

Otras manos lo tocaron,

otros labios lo sintieron,

otro cuerpo fue su centro de admiración,

otras piernas lo rodearon.

Lágrimas derramadas por alguien más.

Esfuerzos hechos para alguien que no eres tú. 

Que bonita ilusión es la exclusividad. 

Y duele.

Si,

duele. 

Deja que las lágrimas caigan.

No se lo impidas.

Es necesario limpiar el alma,

para ver todo con más claridad.

Dudé si compartirles este poema porque es uno de los más íntimos que tengo. Sin embargo, daba pie para hablarles de una de las funciones que tiene la escritura para mi y es la de desahogarme: necesito poner en papel las cosas que me pasan por la mente para poder organizar mis pensamientos, perdonar y soltar.